Punto 2
La ciencia de la Sardina
Las escamas de bronce de la escultura, un homenaje a la fiesta del Entierro de la Sardina, ocultan curiosidades de la Biología, la Física y la Historia que brotan y fluyen corriente abajo por nuestro río. Un río cuyo ecosistema baña el corazón de la ciudad y que en su hermosa, pero en ocasiones furiosa, naturaleza guarda celosos secretos y tesoros que solo comparte con el silencio cómplice de un viejo puente.
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Una sardina de agua dulce
Según la Biología, los organismos eurihalinos (del griego, “eurus” amplio y “hals” sal) son aquellos seres acuáticos capaces de soportar un amplio rango de salinidades, lo que les permite vivir tanto en aguas dulces como saladas. Un ejemplo de peces eurihalinos son los salmones, las anguilas, las truchas y algunas especies de tiburones. Lo consiguen adaptando su metabolismo utilizando sistemas de regulación de la salinidad, como las glándulas lacrimales, las fosas nasales, etc.
Sin embargo, la sardina europea o sardina común (Sardina pilchardus) es una especie de pez marino estenohalino, es decir, que solo sobrevive en un estrecho rango de salinidad. Este animal pelágico, emparentado con los boquerones y arenques, vive sobre la plataforma continental, en aguas superficiales o a profundidad media, acercándose más a la costa en la primavera (época de reproducción), mientras que en invierno migra a zonas cercanas al talud continental, por lo que nunca lo encontraríamos entre las dulces aguas de un río.
¿Sabías que...?
Se han encontrado tiburones toro en lagos como el Gran Lago de Nicaragua y remontando ríos como el Amazonas o el Mississippi a más de 1000 km del océano.
El origen del Entierro de la Sardina
Todo es fruto de una “mascarada”. El Entierro de la Sardina es una fiesta "pagana" cuyos orígenes en Murcia se remontan al siglo XIX. Se trata de una tradición practicada también en otros lugares de España, de tintes carnavalescos. Consiste básicamente en una parodia en la cual se simula el paso del Entierro de una Sardina por las calles de la ciudad. Esta tradición tenía que ver con la prohibición de comer carne durante el tiempo de cuaresma, y el entierro simboliza el paso a un periodo de libertades, de hacer todo lo que normalmente estaba prohibido.
La tradición se inicia en el año 1851 cuando un grupo de estudiantes murcianos, entre los que se encontraban el poeta José Selgas y los futuros presidentes del Casino de Murcia, reproducen las Mascaradas que habían visto en Madrid.
Esta reproducción tenía lugar la última noche de Carnaval, en la que recorrían las principales calles. El desfile lo realizaron con capuchones negros, hachas encendidas y un féretro con la sardina que terminaron quemando ante la expectación general. Así fue como nació el antecedente del Entierro de la Sardina.
Una sardina con mucha física
En 2007, Miguel Llamas inauguraba su Monumento a la Sardina del río Segura, un enorme pez de bronce con una singular estructura en su interior: una bomba que le permitía lanzar un potente chorro de unos 20 metros de longitud. El arco sigue una trayectoria parabólica que obedece a la siguiente función
Al situar la escultura a contracorriente, el artista imaginaba que nuestra sardina abandonaba su medio natural para remontar el río Segura hasta llegar al ayuntamiento de la ciudad y leer su “testamento”.
Mucha gente cree erróneamente que al colocarla de esta manera se logra que el chorro vaya más lejos, y es que justo en este tramo, el río fluye exactamente en dirección oeste a este, lo que coincide con el sentido de giro de la rotación terrestre. La falacia consiste en pensar que mientras el agua proyectada por la boca de la sardina vuela por el aire, la tierra se mueve bajo ella exactamente en la misma dirección pero sentido opuesto (de oeste a este), aumentando en consecuencia el alcance del chorro. El error nace al obviar el hecho de que cuando el agua abandona la boca del pez ya se desplaza con la misma velocidad que la Tierra. Ocurre de igual modo a cuando viajas en coche y tienes una manzana en la mano. Si la tiras hacia arriba, la manzana no desaparece detrás de ti “porque el coche va hacia delante”: la manzana se mueve hacia delante con el propio coche.
Una consecuencia típica de este error es pensar que un avión que vuele hacia el oeste (Corvera - Las Azores) será más rápido que otro que vuela al mismo tiempo hacia el este (Corvera - Atenas) por el simple hecho de que durante su trayectoria y debido a la rotación terrestre, su destino se va aproximando en lugar de alejarse de él. Curiosamente, suele observarse justo lo contrario, aunque en este caso la explicación se debe a otro fenómeno, la denominada corriente de chorro o jet stream, unos fuertes vientos que soplan predominantemente en la dirección oeste a este en las zonas templadas de ambos hemisferios, precisamente a la altitud aproximada de vuelo.
Sin embargo, si existe una consecuencia física real en la decisión del artista de situar la sardina a contracorriente, y es que de esa manera, el agua que forma el arco se vuelve más pesada. ¿Cómo es posible? El agua del chorro, al desplazarse hacia el oeste, disminuye su velocidad angular (al restarle la de la rotación terrestre). Esto implica una reducción de la fuerza centrífuga y por consiguiente un aumento de la fuerza de gravedad, lo cual no sólo incrementa el peso, sino que de acuerdo a la ecuación de la trayectoria parabólica, disminuirá su desplazamiento horizontal.
Conocido como efecto Eötvös, a principios de la década de 1900, un equipo alemán del Instituto de Geodesia de Potsdam realizó mediciones de la gravedad en buques en movimiento en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. Estudiando los resultados obtenidos, el físico húngaro Loránd Eötvös se dio cuenta de que las lecturas fueron menores cuando el barco se movía hacia el este, y más altas cuando se movía hacia el oeste.
Pongamos el ejemplo de dos trenes que salieran a la vez de la Estación del Carmen en sentidos opuestos, ambos con un peso inicial de 2000 toneladas y moviéndose a una velocidad aproximada de 180 km/h, o 50 m/s. Murcia se sitúa en el paralelo 38 y, a esta latitud, los puntos de la superficie terrestre se mueven a una velocidad de unos 1300 km/h, o 361 m/s. Esto significa que el tren que se mueve hacia el este, en el sentido de la rotación terrestre, posee una velocidad circular de 361 + 50, es decir, 411 m/s; mientras que el tren que se desplaza “a contracorriente” lo hace a 361 – 50, 311 m/s. Considerando que la distancia entre Murcia y el centro de la Tierra, esto es el radio terrestre intermedio en el paralelo 38, es de unos 4900 km, la diferencia de los valores de la aceleración centrípeta entre ambos trenes sería:
Por cuanto la dirección de la aceleración centrípeta forma un ángulo de 38º con la dirección de la gravedad, la componente correspondiente será:
Lo que constituye un 0,012/9,8 de la aceleración de la gravedad; así pues, el tren que se dirige al este es más ligero en 0,012/9,8 de su peso que el tren que se mueve hacia el oeste, lo que para dos trenes de 2000 toneladas cada uno, representa una diferencia de:
¿Sabías que...?
Incluso un peatón caminando a una velocidad de 5 km/h se vuelve aproximadamente 1,5 g más ligero andando hacia el este.
¿Sabías que...?
Incluso un peatón caminando a una velocidad de 5 km/h se vuelve aproximadamente 1,5 g más ligero andando hacia el este.
Un ecosistema en el corazón de la ciudad
El río Segura, especialmente a su paso por la capital, ha sido moldeado por la mano humana, así como por las constantes avenidas de agua. Los tramos de bosque de ribera o bosque galería del Segura son el único vestigio de bosque caducifolio en la Región de Murcia. La sardina que tratamos en este punto se baña en dicho río.
Es un río mediterráneo en el que conviven especies como álamos, chopos, olmos, fresnos y tarays, junto a saucedas arbustivas, zarzamoras y madreselvas, entre otras. Debido a los numerosos cambios, necesarios en una ciudad creciente como esta, la sardina que aquí decora el río jamás vio el vergel que en otros puntos se convierte. Sin embargo, incluso a su paso por la ciudad de Murcia, el río trae sorpresas naturales.
Como otros ecosistemas fluviales, el río es un canal por donde las diversas especies animales y vegetales pueden moverse aguas arriba y abajo. En cuanto a la fauna que lo habita, destacan algunas especies en peligro de extinción como la nutria, que se encuentra sobre todo en la Vega Alta, aunque ha llegado a verse a orillas de la ciudad. Este mamífero se alimenta de barbos, carpas, cangrejos de río, ratas de agua, lirones careto y otros anfibios, muchos de los cuales pueden verse en este mismo puente.

¿Sabías que...?
Durante los 17 años que transcurrieron entre la destrucción del puente anterior y el inicio de las obras del nuevo puente de Los Peligros se utilizó como método para cruzar el Segura un puente de barcas, que siguió haciendo su función durante el largo proceso constructivo.
Cómo construir un puente para resistir las riadas
Frente al monumento de la sardina se encuentra el puente más famoso de la ciudad de Murcia: el puente de Los Peligros o Puente Viejo, finalizado en 1742. Es el más antiguo de los que hoy se conservan en la ciudad, de lo que se deriva su apelativo de Puente Viejo. Su nombre popular de puente "de Los Peligros" se debe a la presencia a su lado de una hornacina que guarda la imagen de una virgen denominada de los Peligros, cuya efigie, según la creencia murciana, protege a la ciudad de las terribles avenidas del Segura.
El 26 de septiembre de 1701, una riada destruyó el puente anterior, de época medieval, aunque fue reformado en el siglo XVI. Su construcción, no obstante, duró nada menos que 24 años. Eso sí, se hizo bien.
¿Cómo se consigue que un puente resista la fuerte avenida de un río furioso? Para asegurarlo, Toribio Martínez de la Vega diseñó el puente de arcos con grandes y sinuosos tajamares. Un tajamar es la parte que se agrega a las pilas de los puentes, aguas arriba y aguas abajo, en forma curva o angular, de manera que pueda cortar el agua de la corriente y repartirla con igualdad por ambos lados.
Estas construcciones hacen que las pilas de los puentes ofrezcan menor resistencia a la fuerza de arrastre generada por el agua. También son conocidos como partidores de flujo. El gran pilar central, bien asentado y capaz de distribuir el agua y los restos que flotan en ella, permitiría que el puente no se cayera jamás.
En 1850, el puente vivió una ampliación para ensanchar sus aceras a través de una estructura metálica unida a la sillería. Siendo insuficiente esta primera ampliación, en 1867 se agrandó todavía más la estructura metálica superior, quedando la imagen del puente tal y como se puede contemplar en la actualidad.
El proyecto del Puente Viejo resultó todo un éxito ya que se convirtió en el primer puente de la historia de Murcia que aguantó sin problemas las periódicas inundaciones del río Segura, incluyendo la gran riada de Santa Teresa de 1879.
El secreto del puente de los Peligros
En 1718 se colocó la primera piedra del gran sillar labrado que supone el pilar central del puente. Según recogen los cronistas, en su cara superior se grabó la leyenda: “Jesús, María y José. Año 1718”. Y en sus cuatro caras laterales, otras tantas cruces.
Tal y como cuentan diversas fuentes en la cara superior de la piedra se abrió un hueco donde se introdujo un documento con los nombres del Rey Felipe V y del Papa Clemente XI. A este se añadió una medalla de plata del Papa, una del cardenal, otra del cabildo de la Catedral, una de la ciudad de Murcia; dos reales, uno mejicano y otro segoviano, otra medalla con la imagen de Santa Catalina y dos cruces de Caravaca.
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Bibliografía / + Info
- «amd-apuntes-fluidos.pdf». s. f. Accedido 8 de julio de 2020. http://oa.upm.es/6531/1/amd-apuntes-fluidos.pdf.
- «La elipse y la parábola en física. El rincón de la Ciencia». s. f. Accedido 8 de julio de 2020. http://rincondelaciencia.educa.madrid.org/Curiosid/rc-79/rc-79.html.
- MMM. 2013. «El Puente Viejo de Murcia y el pequeño tesoro que esconde». Descubriendo Murcia (blog). 17 de enero de 2013. https://www.descubriendomurcia.com/el-puente-viejo-de-murcia-y-el-pequeno-tesoro-que-esconde/.